jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Buscando, buscando,encontré unas músicas para pegar hoy.
Entre ellas una de Mogwai que me gusta bastante aunque no sabía yo si pegaría demasiado. La cosa es que no es un vilancico convencional, ni una nana como se merece nuestro Bebé, ni Nat King Cole o los Sinatras, en lo suyo, digamos.
De hecho, habrá quien diga que joer, es trisona y cañera. Menuda cancioncita

Pero de eso también se fabrica el tiempo, de cosas tristonas y de cosas cañeras. Y no seré tan cafre de decir que eso es nuestra alegría, porque no lo es, pero que si forma parte de nuestro camino a Belén. Los tropezones, los rasguños, las torceduras y los que que se quedaron en alguna pérfida curva. Renuncir a todo eso sería perderse mucho, porque con esas cosas también se camina en nuestro paso por este valle de lágrimas. Y valle de alegrías también, como las canciones que comienzan tristonas y suaves y que van creciendo hasta ser eléctricas, rápidas, vivaces, chispeantes.

Muy feliz Navidad a todos y que tengamos lo que merecemos.



Es larga, pero merece la pena. Ya veréis.

martes, 10 de noviembre de 2009

Estás tonto, hijo

Porque es que a ver qué le dices si a la criatura le da por cruzar su latente esquizofrenia con Metallica y el cornetín sandunguero.

Pues eso, hijo, que estás tonto.
Pero tonto, tonto.
Eso si, qué bien nos lo pasamos.



Y la versión, metaleros míos, la verdad es que está fenomenal.

sábado, 10 de octubre de 2009

Monumento

Es una lata el trabajar, por las mañanas te tienes que levantar...
Si esto fuese un sitio sensato, en cada plaza de cada pueblo habría una estatua dedicada a Luis Aguilé, en lugar de un letrero de la engañifa del Plan E de la panda de mangantes. También bailríamos todos alrededor La Chatunga, le pondríamos corbatas naranjs, amarillas y fucsias y el premio al mejor bailarín sería un Tiocalambres de plata.



Esto, que podría sonar a los memos estos que recuperan a viejas glorias para burlarse de ellas es, justamente lo contrario: reivindicar a un gran cantante, enorme compositor y tipo simpático que nos ha alegrado tanta verbena y tanto bodorrio.
Viva Luis Aguile, y que reciba el justo premio a tantos buenos ratitos que nos ha hecho pasar en este valle de lágrimas.

lunes, 31 de agosto de 2009

Lo de la luna

Que hace años de la llegada y todo aquello. Hay por ahí quien dice que fue una bola rodada por Stanley Kubrick, pero, para trolas siderales, yo prefiero lo de que Paul McCartney es un doble. Bueno, pero hablábamos de trolas y eso es un verdad de libro. O eso, o es una momia. Bueno, que me lío.

La cuestión es que la BBC preparó un docmental sbre el aterrizaje lunar y pidió a Pink Floyd unas composiciones para la banda sonora. Al parecer grabaron más, pero sólo se conserva una pieza, Moonhead, de unos cinco minutillos de duración que va muy en línea con los desarrollos largos, improvisados, que tocaban por aquél entonces en sus directos.
Esto es un refrito, claro, pero como no hay forma de hacerse con una versión mejor, ahí queda, para lunáticos, floydianos y otros habitantes de los alrededores de la galaxia.

martes, 30 de junio de 2009

Bailongos del mundo, uníos

A ver, que desde que la piratería no es lo que era, por no poder, ni puedo colgar bien los letreritos.
Iba la cosa de los bailongos y los tímidos, del pasado que atesora el personal -enamorado de la moda juvenil, pero no del espejo, que es que luego dicen, pero las hombreras y las mallas hicieron un daño a la movida que pa qué- y de la pasión por abrirse hueco en las pistas de baile.
O sea, que todos al ataque a mover la cadera hasta que se desencaje y luego a bailar en la ambulancia. Que no todo era el jardín botánico, la estatua y todo aquello.
A ver si refresca.


miércoles, 29 de abril de 2009

Yo no paso de Los Peatones

Los Peatones, probablemente el grupo de vida más corta del rock y pop español. Apenas media hora larga de concierto en un concierto de Radio 3 de cuando los míticos conciertos de Radio 3 rozaban el mito, con hijos de grandes grupos que rozaban las nubes del Elíseo y después, pup, desaparecían. Y quedaba el recuerdo, tal vez un caset, de aquel concierto escuchado en una mesa de estudio llena de papeles y libros raros, en una habitación de frío piso de estudiante de cabeza caliente en un intempestivo siempre Barañáin.

Y atacaban la rumba que es el cruce natural del rock, de la movida, del reagge, de la pose chulesca, de la patilla y de la camisa de lunares, catorce mahous para los del fondo y como te pille, morena, te fundo en el futbolín.

Plip-plap, y se terminó. Suerte los que los oímos.





Luego estaba el vecindario. Que no es lo mismo que te despierten tres erasmus borrachas perdidas, que es para darles de tortas hasta que se te duerman las manos a que lo hagan los más grandes, El Pescaílla y Lola, la más grande. Y si no, a ver.

jueves, 1 de enero de 2009

Se me olvidó ponerle título, jolín. Feliz año, o sea.

A ver, el año, dejémonos de tontadas, casi que conmienza cuando los colegios, cuando la gente vuelve con cara de Cancún, la marca de las gafas de sol y un ciero olor de paella.
Pero como el día uno es el día uno y enero es lo que tiene, pues nos vamos a lo clásico y listo.
Como lo de las uvas y los pesados del matasuegras son unos tostones, aquí, cuando se le da apertura al año, entre polvorones y una copita de vino dulce o hasta de espumoso, que la verdad, ni fu ni fa, pero un día es otro y bien frío tan bien entra, es cuando el Ricardo Mutti que toque ese año, desenfunda la batuta y comienza el Danubio Azul.
Pero qué rebonito es el Danubio azul, jolín. Que es comenzar a oírlo y ver las naves espaciales de 2001 a la vez que a los japos forradísimos que copan la sala dorada del Musikverein y que al tío del arpa y al vago del bombo, que para dos arreones que le da, oye, sale en la tele y por trabajar el día uno le han de pagar un buen complemento. Bueno, que me pierdo. Que feliz año y que nos vemos por aquí o por allá, donde haga falta.