martes, 11 de enero de 2011

La mano mala

Tanta tecnología, tanta tecnología y al final los apañamos con la primera traperada que nos ponen por delante. O sea, que los brasas de la efnac te intentan vender unas teles modernas y flaquitas con elecedés o bombillicas, que cuestan una pasada de eurazos y con gafas. Tresdé. Oiga, que yo las gafas las llevo de serie, que soy miopón. Deje, deje, no sea antiguo, bueno, te lo dicen de tú, que son pulgosos y modernos, que con esta supertele le verá en tresdé los juanetes a Iniesta o algún tipejo de esos y las chichas a Beyoncé o alguna macizorra de esas.

Ya, pero me digo yo, ¿y tanta pijada para luego reirnos las tripas con el yutup. El yutup es una castaña, pero para esta sala noble va de perlas, o sea. En el otro lado le doy a Los Delinqüentes. Y para ilustrar pego esto.



Como veréis si le dáis al asunto,el tío del móvil es, más que tresdé, temblorosón. Y oye, tragamos y sin gafas. De las otras, que yo, a estas alturas, sin lupas, aún me comería más letras.



Interpretan Kick off, de Violent Femmes, que es un pedazo de canción de cuando éramos punquis pero con desodorante. Ay, qúe canción y qué historias. La última, un tío en gayumbos, en Bolonia, que meneaba las lorzas al son de su trepidancia (ay, no se, mola el palabro) con vistas a los turistilals que por allí le sacudíamos a la cerveza fresquita. Ay forza Italia, Violent Femmes y Los Delinqüentes. Y Tomasito y el Capullo de Jerez y Remedios Amaya y Bob Dylan. Y la cerveza. Peroni, prego.